La sociedad
Era un pequeñito hombre que al caminar por el eterno paisaje de la vida descubría y me sorprendía el mundo; de este modo odíe, ame ¡¡lloraba y reía!!
Descubriendo a la vez que crecía, un mundo triste egoista que tan sólo por llenar la panza al projimo y al hermano destruía…
Siendo tan pequeño, a base de golpes é impotencía, de rabía é incomprension mi inocente infancia perdía.
Me enseñaron a devolver el golpe a no llorar, a no mostrar quién era y todo esto al verdadero niño que era se destruía, sin poder mostrarme…por los conceptos, los miedo y la soledad lo consumía.
¡Ay, pobre niño que tan solito se sentía!
Fue el trabajo mi refugío, la honradez y el repeto a mis seres queridos mi guía.
Traicionado y utilizado por familiares y amig@s que creí yo que me quería…
…Ya para mi los golpes y los castigos, esos fueron mis caricias y la forma de sentirme amado está fue la que en mi infante mente me confundía.
La pobreza marco una huella a fuego en mi corazón y descubri una sociedad hipocrita, falsa y perversa, donde la maldad emergía.
Pero desperte y me encontre con un ser amable que me quería, era Jesús y este me prometio una nueva vida, sin envidia, rencores, impotencia y maldad. Y que esté, dentro de mi Gran corazón existía.®
Que hermoso relato Manuel, te auguro grandes éxitos por el precioso Don que Dios te dio!
FELICITACIONES, UN GRAN ABRAZO Y ABUNDANTES BENDICIONES!!!
Un millón de gracias por tus palabras aunque sea tarde. Agradezco su apoyo y comparto su opinión… creo que encontré mi sentido en la vida y que alguien vea eso me alegra mucho. Un cordial saludo desde Sevilla. Seguiremos en contacto.